La política para el Diccionario de la Real Academia Española es la actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto o de cualquier otro modo. Todos somos políticos, premisa esbozada desde los tiempos antiguos, porque opinamos de diversos temas con nuestros semejantes.
En ocasiones existen personas que dicen "no soy político o no me gusta la política". Estos señalamientos se refieren únicamente a la política partidista. Sus comentarios son equivocados. Para dar un cambio en la política panameña, se requiere la participación de todos los ciudadanos. Existen muchas personas con capacidad de darle al país lo mejor de sí, pero se mantienen en el anonimato, dejando que otros actúen. En la palestra pública aparecen personas de toda índole unas con buenas o malas intenciones, resultado difícil en ocasiones descifrar sus verdaderos intereses. Somos seres humanos y cometemos errores, pero podemos enmendarlos con ser sinceros.
El político tiene que ser un hombre con principios y valores morales en sus actuaciones públicas. No se trata de buscar un asesor de imagen para la campaña política que le enseñe cómo proyectar lo que la ciudadanía quiere, para que cuando él resulte elegido, se quite su máscara y engañe a quienes de buena fe creyeron en él. La responsabilidad es compartida, pero sobre todo los partidos políticos deben ser los actores en el cambio de esas prácticas poco éticas que crean desconfianza y debilitan nuestras instituciones democráticas.
Seamos optimistas, que con esfuerzos y buenas actuaciones obtendremos los resultados que el país necesita, pero siempre con la verdad, porque como decía Belisario Porras, ella es el eje de las operaciones humanas, ya que sin ella no es posible alcanzar éxito en nada ni dar paso en firme, y solo recogeremos, a medida que ponemos en ejecución nuestro planes, una serie consecutiva de fracasos.
El autor es estudiante de derecho
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