jueves, 16 de septiembre de 2010

Homo Videns: La Sociedad Teledirigida.

 
La forma de vida de los hombre y mujeres  en general ha cambiado debido a los grandes avances tecnológicos a los cuales hoy tenemos acceso. Estos cambios se han visto a pasos agigantados en los últimos sesenta años en comparación con otras generaciones. Y como se expresa en la introducción del Libro de Sartori nos encontramos ante la Revolución Multimedia (internet, televisores LCD, Plasmas, laptops,) en fin una gran variedad de herramientas que se utilizan para el trabajo y la diversión de los seres humanos.
Somos Homo sapiens es la denominación científica, desde el punto de vista biológico, de la especie animal constituida por los seres humanos. En el tiempo como han explicado los científicos el ser humano evoluciono hasta lo que somos hoy.
La vida del hombre pasó de vivir en cuevas, tabernas; de ser nómada a sedentario,   a grandes aldeas, que luego dieron paso a la Polis, o Ciudades. La estructura organizativa fue desde el salvajismo donde el más fuerte se imponía a los más débiles a un sistema de organización que dio paso al gobierno, bajo cierto aspecto mesiánico aparecieron los reyes, los imperios, siendo los griegos los que definieron o trataron de darle participación a todos bajo un sistema denominado Democracia.


Los seres humanos nos organizamos y primeramente las experiencias y leyes de la vida pasaban de generación en generación a través de la costumbre y a través de imágenes impresas en paredes, rocas, murales que resaltaban los peligros del diario vivir del ser humano.


Poco a poco fueron apareciendo las grandes culturas, la griega, la romana, la egipcia, civilizaciones que dejaron un legado que llega hasta nuestros días, empezó entonces a difundirse las ideas, el pensamiento humano a través de papiros, pero es con la aparición de la imprenta hecho por Gutenberg que la vida del hombre dio un salto al desarrollo intelectual. Apareció el libro y con él de manera más rápida comenzó a difundirse la información, fue un proceso lento, pero constante como explica Sartori, pero lo cierto señoras y señores la información comenzó a fluir de manera más rápida y con ello el hombre y la mujer comenzaron a ser más críticos con el estilo de vida que llevaban.

De la lectura analizada puedo concluir que el Hombre del siglo XXI, sigue siendo Homo Sapiens, porque todavía existen seres humanos con capacidad analítica, que se caracterizan por la reflexión, y utilizan a la tecnología como una herramienta para mejorar el proceso de aprendizaje del hombre, para mejorar y adquirir más información y conocimiento que para otros fines que no beneficien al hombre.

Es cierto el aprendizaje del hombre de hoy, comienza desde su infancia siendo la televisión su primera escuela, aprendiendo el niño a través de imágenes antes que conozca los libros, por lo tanto ve si saber leer. Esta nueva forma de vida puede ser perjudicial si los padres, tutores, o quienes tengan la responsabilidad de educar sepamos orientar a los niños y niñas de cómo manejar la tecnología. Cuando nos concetramos en el solo hecho de ver sin analizar, sin comprender, caemos en ser Homo Videns, presa facil del engaño, porque las imaganes también engañan.  A partir de ese hecho, Giovanni Sartori advierte: un mundo concentrado sólo en el hecho de ver es un mundo estúpido. El homo sapiens, un ser caracterizado por la reflexión, por su capacidad para generar abstracciones, se está convirtiendo en un homo videns, una criatura que mira pero que no piensa, que ve pero que no entiende.

Dicha formación va atrofiando su capacidad para comprender, pues su mente crece ajena al concepto -que se forma y desarrolla mediante la cultura escrita y el lenguaje verbal-. De esta manera, "Los estímulos ante los cuales responde cuando es adulto son casi exclusivamente audiovisuales".
Por lo tanto son herramientas utiles y necesarias, pero tenemos que ser cuidadosos en el uso que les damos.
El otro aspecto importante que hace Sartori con respecto a la tecnología es la comparación entre el ordenador  y la televisión, él explica que el primero es polivalente y el segundo monovalente, esto es así debido a que el ordenador es dinámico, se puede interactuar, mientras que el televisor solo emite imágenes convirtiéndose su  usuario en solo un mero espectador o un ser pasivo.  
Por supuesto, Sartori no ignora las repercusiones políticas que acarrea el surgimiento del homo videns. Si es cierto que la democracia es el gobierno-de la opinión, y que los medios (especialmente la televisión) son, en gran medida, formadores y transmisores de la misma, entonces la importancia que adquieren como instrumentos de y del poder es enorme.
En el mundo del homo videns no hay más autoridad que la de la pantalla: el individuo sólo cree en lo que ve (o en lo que cree ver). Sin embargo, la imagen también miente; puede falsear los hechos con la misma facilidad que cualquier otro medio de comunicación, con la diferencia de que, "la fuerza de la veracidad inherente a la imagen hace la mentira más eficaz y, por tanto, más peligrosa". Además, la propia naturaleza del espacio televisivo tiende, irremediablemente, a descontextualizar las imágenes que transmite, pues mientras se ocupa de las últimas noticias y de las imágenes más escandalosas, margina otros aspectos que aunque pueden ser más importantes que los que se ven, no son, plásticamente, tan atractivos. Lo inquietante es, pues, que el poder de la evidencia visible es contundente, ésta siempre dice lo que tiene que decir: su veredicto es irrefutable.

Concluyo diciendo que la tecnología puesta al servicio del hombre será de gran beneficio para la humanidad siempre y cuando se destine para hacer el bien y no causar daño a nadie.

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