jueves, 17 de octubre de 2024

Orientaciones para una Reforma del Estado panameño

Cuando hoy hablamos de la Administración Pública en general, la gran mayoría de los ciudadanos considera que esta es ineficiente, que presenta características de una organización influencia e inundada de la política partidista, del clientelismo político, el exceso de discrecionalidad del Gobierno y un recurso humano poco capacitado, con ausencia de estabilidad laboral, lo cual afecta el desarrollo económico y social del país y nos ha llevado al debilitamiento de las instituciones democráticas. El país requiere de una reorganización y reformas que debe impactar en la vida de los ciudadanos, reformas que empiezan con un cambio en el compartimiento de los ciudadanos, educarse sobre como funciona el Estado, comprender la organización del gobierno, pero además participar activamente en las actividades públicas que son abiertas a escuchar nuestras opiniones. Flávio Cunha nos indica que las políticas de reforma administrativa se reconocen como casos típicos. de políticas públicas que muchas veces no alcanzan sus objetivos. La experiencia apunta a un esfuerzo continuo por parte de los gobiernos en el sentido de implementar "nuevas políticas" para hacer frente a la crónica problemas de rendimiento de aparato burocrático Si revisamos nuestra historia política nos daremos cuenta de que en nuestro país no ha habido grandes reformas administrativas; En 1970 tanto en América como en Europa, las crisis económicas, la escasez fiscal dieron impulso a agendas políticas más conservadoras, buscando un cambio de paradigma con gobiernos más simples y eficientes, y no realizamos ningún cambio en la Administración Pública. En la década de los ochenta del siglo el país se vio agobiado por una crisis política, agudizada por la represión brutal de la dictadura militar, con gobiernos que poco realizaron en establecer reformas. Mientras el país se desangraba a finales de los ochenta, en otras latitudes como bien señala Leonardo Secchi, las administraciones públicas de todo el mundo llevaban cambios sustanciales en las políticas de gestión y en el diseño de organizaciones programáticas. Estas reformas administrativas consolidaban nuevos discursos y prácticas derivadas del sector privado, los cuales eran utilizados como referentes para las organizaciones públicas en todos los ámbitos de gobierno. Esta descripción hace comparar lo que en 1907 Teodoro Roosevelt, señaló sobre la Administración Pública en los Estado Unidos; y que hoy bien puede aplicarse a nuestro país: “el poder ejecutivo ha crecido completamente sin un plan, se ha convertido en un cliché estándar considerar que la burocracia creció, “como topsy” al azar sin unidad de pensamiento”. Nuestro país en materia económica ha mantenido siempre altas tasas de crecimiento económico en comparación a otros países de la región, y para este año 2023, con un estimado de crecimiento del 5%, todavía hoy mantenemos altos niveles de pobreza, informalidad laboral, alto costo de la vida, deterioro de la atención de educación y salud, agua potable, recolección de la basura, aguas servidas, transporte público, degradación ambiental, derroche energético, entre otros”. Problemas que persisten en gran medida por la falta de efectividad del sistema política, que actúa en desconexión de lo que deben ser una buena gestión pública. Y es que hoy en Panamá todavía persisten un modelo burocrático central, que impide claridad de la realidad del país, lo que genera un choque con el empuje del sector privado; agravándose más la crisis por la falta de transparencia, el alto nivel de percepción que afecta la imagen reputacional del país. Hoy es fundamental las palabras de James Mach y Johan Olson, quienes señalan que la efectividad de los sistemas políticos depende sustancialmente de la efectividad de las instituciones administrativas, y del diseño y control de las estructuras burocráticas. El primer gran paso para una reforma del Estado panameño es identificar cuales son los modelos de gestión pública que tenemos; para luego ir rediseñando un solo modelo de gestión que se base en la planificación, coordinación, reclutamiento eficiente del recurso humanos, dirección y control de los recursos financieros y humanos, promoviendo siempre el respeto a los derechos y garantías fundamentales tutelados en el Título III de nuestra Constitución Nacional. Un segundo paso importante es darle valor a la Ley de la Carrera Administrativa, someter a revisión el perfil profesional y académico, sus años de servicios, de cada uno de los servidores públicos, en especial a aquellos que no forman parte de la carrera administrativa, y abrir a concurso la mayor cantidad de puesto que sea posible. La calidad del funcionariado público es un prerrequisito para la implementación exitosa de las reformas económicas y sociales necesarias para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Ellos están al frente de las instituciones, interactuando de manera cotidiana con el resto de los ciudadanos, las organizaciones de la sociedad civil y con las empresas, de manera que su calidad e integrad afectan los servicios que prestan (PNUD:2019). En palabras más sencillas si tenemos una buena administración pública, podemos atender con mayor efectividad los problemas de población, podemos reducir la pobreza, tener trabajos decentes y crecimiento económico.

lunes, 4 de abril de 2022

REDEFINIR LA GESTION PUBLICA

El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define la palabra gestión como la acción y efecto de gestionar; acción y efecto de administrar. La gestión pública se define como la correcta y eficiente administración de los recursos del Estado; esto incluye el recurso humano, los recursos financieros, el cumplimiento de las normas y procesos establecidos, con el objetivo de satisfacer las necesidades de los ciudadanos y promover el desarrollo económico, social del Estado. La palabra administración tiene su origen etimológico en la expresión latina (para) ministrare (servir), a su vez proviene la expresión minister, que es una palabra compuesta por “minis comparativos de inferioridad y sufijo “ter”, que significa subordinación u obediencia, administrar sería realizar una función o servicio para otro. La Administración Pública, se enmarca en una realidad social de personas organización, presupuestos y administradores, para Caupers “la administración pública debe ser considerada a nivel macroestructural, y un conjunto de micro organizaciones: la micro organización se presenta como una forma estable de compartir misiones encaminadas al cumplimiento de uno o algunos de los fines de la colectividad”. En perspectiva con las definiciones delineadas el Estado panameño tiene una debilidad continua que muy pocos gobiernos han querido erradicar, misma que ha sido un obstáculo para el desarrollo integral del país. El Estado tiene grandes deficiencias en la forma de administrar los recursos, en gran medida ante la falta de un desarrollo integral de una carrera publica, el abuso de poder y el exceso de discrecionalidad. Para Víctor Lapuente y Carl Dahlstrom autores del libro Organizando El Leviatán: “el abuso de poder será más habitual si en el nivel superior de una administración todo el mundo tiene los mismos intereses, porque nadie se interpondrá entre ellos y la corrupción y otros intereses personales. Por lo tanto, es vital mantener una separación entre las trayectorias profesionales de los políticos y las carreras de los burócratas, puestos que son dos grupos significativos que se encuentran en lo más alto del gobierno”. En el informe del PNUD sobre el Servicio Civil en Panamá publicado en el 2019, la calidad del funcionariado público es un prerrequisito para la implementación exitosa de las reformas económicas y sociales necesarias para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Ellos están al frente de las instituciones, interactuado de manera cotidiana con el resto de los ciudadanos, las organizaciones de la sociedad civil y con las empresas, de manera que su calidad integral afecta los servicios que prestan La situación de la gestión pública panameña, en primer lugar, conduce en ver el modelo desde la perspectiva jurídica, la República mantiene la organización básica con la división de poderes; además la Constitución consagra las normas rectoras de organismos estatales esenciales para el funcionamiento del Estado. Esta normativa constitucional de principios rectores de algunas instituciones tiene su génesis en la debilidad institucional; buscar blindaje para impedir la intromisión político partidista en el núcleo de dichas instituciones, como la Contraloría General de la República, Defensoría del Pueblo, Ministerio Público; pero en la práctica sabemos que existen los medios para saltar esos blindajes, y actuar fuera del marco de un buen gobierno. Más allá de ello, y de enunciar los principios rectores en que se debe enfocar el servidor público, el Estado panameño carece de una línea de dirección y estructuración sobre la gestión administrativa, que este al acceso de los ciudadanos, como principal socio de la República. El principal problema en mi concepto de la administración pública panameña es que no se logra identificar cual es el modelo de gestión que aplicamos, lo que trae como resultado el incumplimiento de las políticas públicas y la falta de estrategias en la resolución de los problemas nacionales. Bien lo define el economista Guillermo Chapman Jr., en su informe titulado: Hacia una nueva visión económica y social de Panamá: “. Lo típico en nuestro país es que cada administración gubernamental, cuando inicia su gestión, desecha las políticas del gobierno anterior y despide al personal que las 23 ejecutaba para nombrar a sus partidarios.” Peter Schröder, señala que el debate sobre la prestación de servicios de la administración pública se caracteriza mundialmente por la insatisfacción. Tanto políticos como ciudadanos, e incluso de forma creciente los empleados mismos de la administración pública la critican con frases como: “demasiado lenta”, “demasiado cara”, “demasiado alejada de las necesidades de las personas”, “corrupta”, “de mala calidad” y “derrocha recursos financieros y humanos”. Debemos aprender que la administración pública, surge como una característica del Estado moderno, se desarrolla en el ejercicio de tener un buen funcionamiento de los servicios públicos, en la satisfacción de las necesidades de los ciudadanos; tomando en cuenta que son muchos los requerimientos, y pocos o mal distribuidos los recursos para mantener la paz social, el orden público entre los ciudadanos. La gestión pública en las sociedades democráticas, se debe caracterizar en la capacidad eficiente de dar respuesta a los problemas complejos que se presentan a diario en los espacios sociales, tales como educación, seguridad ciudadana, salud, vivienda, medio ambiente, transporte, entre muchos otros. La gestión pública es responsable de producir y desarrollar estrategias para llevar a cabo una acción conveniente y eficaz. Una reforma del Estado debe enfocarse en el papel adecuado del gobierno y la sustancia de las políticas públicas. Para ello es importante realizar una revisión de los sectores del Estado, su núcleo estratégico, las actividades exclusivas, los servicios no exclusivos del Estado, los sectores de producción, observando con ello el modelo de gestión entre lo burocrático y lo gerencial. Es impostergable fortalecer los principios que rigen la Administración Pública, necesitamos un gobierno con liderazgo efectivo, que practique la transparencia, evaluación de resultados, acceso a la información pública, rendición de cuentas; estos es fundamental en el fortalecimiento, la confianza y la apertura entre las instituciones del Estado y la ciudadanía, lo cual traerá como resultado redirección de la búsqueda del bienestar colectivo, el respeto de los derechos e intereses legalmente protegidos de los ciudadanos y la reconstrucción del Estado panameño en el siglo XXI.

jueves, 20 de enero de 2022

En el Aniversario 349 del traslado de la Ciudad de Panamá, un artículo públicado en mis años de estudios universitarios

334 años del traslado de la Ciudad de Panamá La ciudad de Panamá, la primera población establecida por los españoles en el Pacífico americano, fundada un 15 de agosto de 1519, jugó un papel preponderante en la conquista de otras regiones de nuestra América, como Chile, Nicaragua y el Perú. De igual forma Panamá "la Vieja" y Portobelo, fueron los puertos en el Pacífico y el Caribe por donde se transportaban las mercaderías que extraían los españoles de los pueblos establecidos en el pacífico americano, de ahí el establecimiento de los caminos Real y de Cruces, así como los primeros planteamientos de construir una vía interoceánica. Esa época dorada de nuestra primera ciudad llega a su fin el 28 de enero de 1771, cuando el pirata Henry Morgan saqueó, destruyó e incendio la ciudad. Cuenta la historia que la reacción de la Corona Española fue de indignación tardía y de acción inmediata, ordenando el traslado y fortificación de la ciudad a un lugar más seguro y conveniente, eligiéndose el poblar la ciudad en el "Sitio del Ancón", siguiendo la recomendación de Hermano Gonzalo de la Madre de Dios, portugués que vivía cerca del cerro Ancón. De esta manera, través de la Real Cédula del 31 de octubre de 1671 se nombra a Don Antonio Fernández de Córdoba como Gobernador y Capitán General de la Provincia de Tierra Firme, así en acto solemne celebrado el sábado 21 de enero de 1673 se funda la Ciudad de Panamá, delineada por los ingenieros Juan de Betín y Bernardo Zeballos, en el sitio que hoy conocemos como el Casco Antiguo, lugar donde se llevaron a cabo importantes acontecimientos políticos y sociales, entre los cuales podemos mencionar la independencia de España el 28 de noviembre de 1821 y nuestra separación de Colombia el 3 de noviembre de 1903. Hoy, después de 334 años de tan importante evento, debemos reconocer que desde esa parte de la urbe de Panamá que hoy conocemos como San Felipe, es la cuna de lo que hoy es nuestra vida política, económica y social. El Casco Antiguo agrupa sitios de gran valor para la nacionalidad panameña; sus edificios, iglesias y plazas recogen la historia de nuestra República. Por ello se le declaró "Patrimonio de la Humanidad". Su restauración no debe ser vista como un simple negocio, sino como un legado para las próximas generaciones para que puedan conocer nuestra historia, cultura e idiosincrasia. Así como los españoles tuvieron el reto de trasladar la ciudad luego de su destrucción en 1673, ante el escenario dantesco de pobreza y enfermedad en que vivían los pobladores de aquella época, hoy la comuna capitalina tiene grandes retos, quizás más complejos, ante el crecimiento acelerado y la aparición de nuevas edificaciones. En el sector se requiere de más calles y puentes vehiculares para disminuir el tranque que sufren diariamente miles de panameños; mejorar el servicio de transporte que está desfasado y fuera de las realidades de nuestros ciudadanos y ciudadanas; se necesita más seguridad ante el incremento de la delincuencia. Tenemos que preocuparnos por dotar de equipos modernos al Cuerpo de Bomberos. Por otro lado, el sistema de recolección de basuras es pésimo e ineficiente, reconociendo el trabajo loable y la poca atención que se le brinda aquellos humildes trabajadores quienes, sin los instrumentos necesarios, recogen los desechos. Tenemos que preocuparnos por mejorar el sistema de alcantarillados, el cual puede colapsar ante el aumento de edificaciones y, sobre todo, construir más lugares de esparcimiento deportivo y familiar para alejar a nuestros jóvenes de las drogas, así como promover bibliotecas y teatros para mejorar la educación y la cultura nacional. Es que ser alcalde de esta metrópoli no es para andar haciendo giras de recolección de basura, ni regalando llaves de la ciudad, ni estar figurando políticamente. Hay que considerar que gran parte de la población vive en la pobreza y en pobreza extrema, que la ciudad no cuenta con las ambulancias necesarias ni con un Cuerpo de Bomberos para hacer frente a las emergencias diarias y desastres naturales. Se necesita un líder que se comprometa a modernizar la urbe de acuerdo a las necesidades de los miles de panameños que residimos y trabajamos en la ciudad. Los que aspiren al cargo de Alcalde lo deben hacer con vocación de servicio, sin paternalismo, identificados con la historia de nuestra ciudad, sus retos y desafíos. Ameth Cerceño Burbano Estudiante de Derecho amethc@cableonda.net ________________________________________

lunes, 26 de abril de 2021

LA REVOLUCION DE LOS CLAVELES

En el siglo XX, existieron en diversos países del mundo dictaduras militares liderizadas por fascistas o comunistas, hasta algunos como los de nuestra región con participación en actividades ilícitas vinculadas al narcotráfico. Bien lo expresó en algún momento el Dr. Carlos Iván Zúñiga “En el pasado político era frecuente el desconocimiento y la burla de la voluntad popular, y los resultados fraudulentos de las elecciones propiciaron el descontento nacional y algunas conjeturas golpistas”. El escritor español Ramón González Ferriz, recoge unas palabras de Alexander Dubcek, a quien se le denomina el creador del socialismo con rostro humano: “La Democracia no es solo el derecho y la posibilidad de pronunciar las propias ideas, sino también el modo en que se manejan las ideas de la gente, si tienen una verdadera sensación de corresponsabilidad, codecisión, si siente de veras que están participando en la toma de decisiones y la solución de los problemas importantes”. Este 25 de abril, el pueblo portugués conmemora, el cuadragésimo séptimo aniversario del fin de la dictadura, que duro cuarenta y ocho años, siendo una de las dictaduras más largas en el continente europeo. El movimiento que produjo este hecho histórico es reconocido como “la Revolución de los Claveles”. La Constitución de la República Portuguesa, resalta este acontecimiento, como un paso trascendental de la vida de Portugal así “El 25 de abril de 1974, el Movimiento de las Fuerzas Armadas derribó el régimen fascista, coronando la larga resistencia del pueblo portugués e interpretando sus sentimientos profundos. Liberada Portugal de la dictadura, la opresión y el colonialismo supuso un cambio revolucionario y el comienzo de una inflexión histórica de la sociedad portuguesa. La Revolución ha devuelto a los portugueses los derechos y libertades fundamentales”. La Dictadura en Portugal nace con el golpe de Estado de 26 de mayo de 1926, liderizado por los militares los cuales toman el control del poder público, ante el debilitamiento de la institucionalidad democrática, y la inestabilidad política que vivió la República Portuguesa, entre 1910 y 1926. Los portugueses pusieron fin la monarquía, con la Revolución Republicana del 5 de octubre de 1910, luego de una serie de acontecimientos entre los cuales podemos mencionar, la indignación del pueblo ante las imposiciones del imperio británico, el alto gasto de la monarquía; pero además la instauración de una dictadura de Joao Franco, propiciada por el propio Rey Carlos I, agudiza más la crisis política con la muerte de este el 1 de febrero de 1908, y la del príncipe heredero Luis Felipe, quedando vivo solamente el príncipe Manuel, quien terminará siendo el último rey de la monarquía portuguesa. Los elementos políticos que se dan en torno al surgimiento de la dictadura portuguesa, llamada Estado Novo, giraran principalmente en la figura dictatorial de Antonio Oliveira Salazar. Como señala uno de los primeros líderes de los cuatro principales partidos políticos de la democracia portuguesa, en 1974 y los años siguientes, Diogo Freitas Do Amaral, “la dictadura portuguesa no fue la única, ni la primera en el periodo entre las dos guerras mundiales, ni tampoco fue la última en desaparecer en la segunda mitad del siglo XX; así las cosas Antonio Oliveira Salazar, fue un personaje contemporáneo con otros dictadores europeos como Franco en España, Mussolini en Italia y Hitler en Alemania, Ataturk en Turquía, Horthy en Hungría, entre otras dictaduras. Salazar, entro al escenario político dentro del proceso instauración de la dictadura al ser designado como Ministro de Finanzas en 1928, en una cita de Do Amaral, indica que el político francés Maurice Duverger definía a Salazar “como un político conservador, honesto y triste”. Antonio de Oliveira era un economista que dictaba clases en la Universidad de Coímbra. En su discurso de aceptación del cargo, expreso: “acepto porque el gobierno consintió en asegurar las condiciones de un trabajo eficiente, para lo que los demás Ministerios se someterían sus indicaciones y designios. Se muy bien lo que quiero y adonde voy, pero no se me exija que llegue al fin en pocos meses. Que el país estudie, represente, reclame, discuta, pero que obedezca cuando desde arriba se le mande”; de esta manera inicia su carrera que le convertirá en el hombre fuerte de Portugal hasta septiembre de 1968. Al final los cambios que vivía Europa no los entendió Salazar, y muchas veces como se señalaba en un artículo publicado en el periódico el País de España: “Su arrogancia intelectual y orgullo le impidieron ver que estaba llevando a Portugal por un camino que cada vez le alejaba más del resto del mundo, sobre todo después del 45”, dice su biógrafo. La Guerra Fría le permitió alargar su régimen sin reformas, sin concesiones y con el imperio colonial; pero no encaró la transformación”. Pero otros elementos que condujeron al fin de la dictadura del Estado Novo, es que en las décadas del setenta Portugal, se encontraba casi aislado ante las grandes transformaciones y el desarrollo económico en gran parte de los países europeos; y además las guerras coloniales, que enfrentan para mantener su posición en el continente africano en Angola, Mozambique, Guinea Bisáu, generó conflictos sociales y económicos a lo interno del país, que además de las pérdidas de vidas humanas en las guerras, tenía a una gran parte de la población en pobreza y la otra le obligaba a emigrar buscando bienestar y libertad. El 24 de abril de 1974, dentro del ejercito portugués el movimiento “Los Capitanes de Abril” se preparaban, y a través de mensajes por medios de canciones musicales se alistaba para romper las cadenas de la dictadura, la primera canción titulada “E Depois do Adeus”, era la señal de que todos se prepararan la cual oyó a las 10:22pm, para luego ya el 25 de abril a las 12:25am, en la Radio Renascença (emisora de la Iglesia Católica) se transmite la canción “Grandola Vila Morena” de Zeca Afonso, cuya letra inicia así: Grandola, Vila Morena, Tierra de Fraternidad, el pueblo es quien más ordena; dentro de ti, oh ciudad, esto da la confirmación de que el golpe había comenzado. Freitas Do Amaral, en su obra donde narra la historia de Portugal, expresa de los casi treinta países europeos, diecisiete tuvieron una dictadura de derecha nacionalista, y solo ocho Estados mantuvieron sus democracias (Gran Bretaña, Irlanda, Suiza e los cincos países nórdicos). Cada 25 de abril, los portugueses, recuerda, con mucho fervor patriótico, la gesta de la Revolución de los Claveles, oyéndose en cada esquina la canción “Grandola Vila Morena”, recordando la importancia de vivir en Democracia y de forjar una Nación donde impere el respeto a la dignidad humana, el respeto por los derechos fundamentales y el Estado de Derecho. También se recuerdan a los grandes lideres democráticos que regresaron a su tierra tras la caída del régimen como el gran Mario Soares uno de los constructores de la democracia lusitana. Para los panameños, estos hechos históricos nos deben servir como estímulo para luchar por nuestra democracia, y como bien ha expresado el Dr. Carlos Guevara Mann, con el bicentenario que se aproxima nos da una oportunidad para impulsar los valores republicanos: derechos humanos para todas las personas, respeto a la ley, igualdad jurídica de los ciudadanos. Nos permite promover el fortalecimiento de las instituciones republicanas: separación de poderes, rendición de cuentas y un gobierno auténticamente representativo, escogido mediante elecciones libres, sin fraudes, clientelismo ni compra de votos. ¡Por qué el pueblo es quien más ordena! ¡Rindamos reconocimiento a la Revolución de los Claveles y al pueblo portugués por su constante lucha por la Libertad!

viernes, 22 de mayo de 2020

10 de mayo de 1989: Prohibido olvidar

Para tener solamente casi 104 años de vida republicana, nuestro país tiene una historia rica en momentos memorables, pero, lamentablemente, una historia oscura, marcada por la violencia patrocinada desde cuarteles, donde imperaba el irrespeto a la democracia y la libertad, y donde prevalecía la tortura, el secuestro, la extorsión, el exilio, las desapariciones a quienes se opusieran al régimen del terror orquestado desde el cuartel de la avenida A. Hablaban de nacionalismo y se llamaban enemigos del imperialismo yanqui, pero se educaron en la Escuela de las Américas. Solo basta ver algunas fotos donde aparece el general "Cara de Piña" en operaciones conjuntas con el Comando Sur. Crearon un Batallón de la Dignidad, pero hoy la historia nos demuestra que de "dignos" no tenían nada, al contrario, quedaron como los "varilleros de la indignidad". El lema "Ni un paso atrás" solo era para intimidar al humilde pueblo panameño, para avasallarlo, para callar las voces de protesta; vendían nacionalismo con el único fin de justificar sus actos de corrupción; hoy siento lástima por aquellos panameños que por ignorancia se prestaron para la ignominia y la degradación a que sometieron a vivir a los panameños y panameñas, en aquellos años donde decir la palabra libertad y democracia era un pecado para los déspotas y opresores. En aquella época oscura de nuestra historia, tan solo era un niño de seis años que apenas aprendía a escribir y a leer, que no comprendía los debates, ni las discusiones de los adultos que se preguntaban ¡hasta cuándo con este régimen de terror! ¿Cuándo se va el dictador? Pero es difícil recordar todos esos momentos trágicos, más cuando uno empieza a vivir la vida. Pero el 10 de mayo de 1989, está en mis recuerdos como si fuera ayer. Tan solo habían transcurrido tres días de las elecciones generales, las cuales se celebraron bajo la zozobra de la intimidación, la violencia y el sonido de balas. Era un miércoles nublado y triste; la avenida Central estaba desolada. Como a los 12 medio día aparecieron en escena los primeros policías en un radiopatrulla que parecía una lancha, y se detuvieron en el Parque de Santa Ana. Luego, más o menos, media hora o quizás 45 minutos después, un policía, rifle en mano, entró a la casa de mis tíos y les gritó: ¡Cierren las puertas!... yo estaba observando lo que sucedía. Una turba de delincuentes, que se hacía llamar "Batallones de la Dignidad", se apostaba en las inmediaciones de la Zapatería Infantil, esperando la marcha que lideraba el licenciado Guillermo Endara, junto a los demás miembros de la Alianza Democrática de Oposición Civilista (ADOC), la cual había vencido abrumadoramente a la Coalición de la Liberación Nacional (norieguistas), encabezada por Carlos Duque Jaén. Al llegar la manifestación por la democracia, a la esquina de la avenida Central con la calle D, la marcha fue interceptada y atacada con premeditación por las "huestes indignas" y solo se escuchaba el sonido de las balas, llanto, personas gritando, vidrios de autos que se rompían. Muchas personas se escondieron en donde yo vivía, porque le temían a los "varilleros" y a los gorilas. Eran alrededor de las cuatro de la tarde cuando me asomé al balcón; ya el silencio volvía a imperar en la Central, había un "doberman" apostado a la entrada de Salsipuedes; y en la entrada de la Sedería La Luna, un charco de sangre que resultó ser el lugar donde murió el escolta del señor Billy Ford; donde después las imágenes televisivas muestran a un criminal, inhumano, burlándose del dolor de una persona que estaba mal herida y que necesitaba de asistencia médica. Se trata de un triste día de nuestra historia patria (10 de mayo de 1989); quizás pocos jóvenes recuerden aquel trágico suceso. Pero vale la pena que la ciudadanía recuerde aquel funesto miércoles de mayo, para que jamás esa violencia que surge de la vanidad, la soberbia y las ansias de perpetuarse en el poder, bañen de sangre nuestras calles y cause tanto dolor en nuestros humildes hogares. Nuestra democracia resurge con la sangre de muchos héroes, que nadie recuerda. Héroes que dieron su vida por la libertad. Todavía quedan muchas heridas e interrogantes por resolver sobre los 21 años de dictadura militar, y resentimiento de un pueblo que no olvida las torturas, las persecuciones, las violaciones, los exilios y las desapariciones de muchas personas que nadie sabe dónde están sus restos para darles cristiana sepultura. El verdadero nacionalismo no es callar ni oprimir al pueblo, no es sacar un machete y luego salir huyendo; el verdadero nacionalista es aquel que le sirve a la Patria sin buscar recompensas, como Justo Arosemena, Eusebio A. Morales, Tomás Herrera, Belisario Porras, Harmodio Arias Madrid, entre otros. La juventud debe conocer la historia de nuestro país, para que jamás nuestra libertad y democracia queden en manos de personas inescrupulosas y gavillas de buitres, que solo quieren ocupar cargos públicos para enriquecerse y para justificar sus acciones evocando el respeto de la soberanía, cuando ni siquiera saben el significado de la misma. Todo aquel que en su pasado le hizo daño a la patria y llegue a ocupar un cargo público sin pedir perdón de sus errores del pasado es un inmoral y sinvergüenza, pero más deshonroso es el pueblo que no reclama y calla. Ojalá algún día podamos vencer esa frase del poeta Roque Javier Laurenza, que dice: "El panameño desdeña el pasado, vive un presente estéril y no le interesa el futuro"; porque el pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla. El autor es abogado

jueves, 21 de mayo de 2020

Churchill y la Segunda Guerra Mundial (1940-2010)

En este mes que conmemoramos el 75 aniverario en que los aliados aceptaron la rendición incondicional de la Alemania Nazi, vale la pena reeditar un artículo públicado hace diez años por mi persona sobre uno de las figuras destacadas en el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial. Setenta años han pasado desde que Alemania ocupó los territorios de Francia, Holanda, Bélgica y Polonia, iniciándose uno de los episodios más trágicos de la humanidad, “La Segunda Guerra Mundial.” Fue una guerra que dejó a Europa en una destrucción casi total; más de cincuenta millones de muertos. El mundo conoció uno de los crímenes más atroces que la historia conozca como lo fue el “Holocausto judío”. Millones de personas fueron conminados a vivir en campos de concentración y expuestos a toda clase de vejámenes y experimentos por partes de los nazis, donde murieron más de seis millones de judíos. Adolf Hitler y sus seguidores sembraron el terror en Europa. Winston Churchill, el 10 de mayo de 1940, asume el cargo de Primer Ministro. Tenía una misión, hacer que todo un pueblo resistiera los ataques de la Alemania Nazi”; unió a su pueblo pero expresándole que tendría un costo y que lo único que les podría ofrecer era “Sangre, sudor y lágrimas. Al revisar su vida podemos recordar esos años en la India, Sudán y Sudáfrica, como militar y corresponsal de prensa, viajando muchas veces por sus propios medios. Su inicio en la carrera política la emprendió desde la Cámara de los Lores, alcanzando a ocupar altos cargos como Primer Lord del Almirantazgo, durante la Primera Guerra Mundial, fue ministro de Guerra y luego ministro del Aire, durante el periodo de post guerra ocupó la cartera de Hacienda. Durante muchos años estuvo en el ostracismo político. Pero fue ganando notoriedad en los albores de la Segunda Guerra Mundial, cuando desde la Cámara de los Lores anunciaba de manera profética el peligro que constituía para la paz de Europa la consolidación de Hitler; a él le preocupaba la desproporción militar que existía entre Alemania e Inglaterra. Eso le dio la oportunidad de volver a su antiguo cargo en el almirantazgo, hasta mayo de 1940. Como líder del pueblo inglés transmitió seguridad, esperanza y firmeza. Durante los peores días de la Batalla de Inglaterra, jamás se le escucho decir “No sé qué hacer” o “Estoy perdido”, siempre tenía una dirección y un propósito, aunque tuviera que fingirlos, expresaba el ex alcalde de Nueva York, Guiliani, al Daily Telegraph, en febrero de 2002. Fue escritor e historiador, lo cual lo llevó a obtener el Premio Nobel de Literatura en 1953. Hombre de familia, político, escritor, militar, orador, Winston Churchill es uno de los grandes hombres del siglo XX, líder nato, cuya vida sigue siendo estudiada, y sirve de ejemplo, para quienes creen en la justicia y la libertad. 25 de junio de 2010, publicado en el periodico el Panamá América.

lunes, 22 de enero de 2018

1673-2018: Trescientos Cuarenta Y Cinco Años Del Traslado De La Ciudad De Panamá

La ciudad de Panamá, la primera población establecida por los españoles en el pacífico americano, fundada un 15 de agosto de 1519, jugó un papel preponderante en la conquista de otras regiones de nuestra América, como Chile, Nicaragua y el Perú. De igual forma Panamá la Vieja y Portobelo, fueron los puertos en el pacífico y el caribe por donde se transportaban las mercaderías que extraían los españoles de los pueblos establecidos en el pacífico americano, de ahí el establecimiento de los caminos real y de cruces y los primeros planteamientos de construir una vía interoceánica. Esa época dorada de nuestra primera ciudad llega a su fin un 28 de enero de 1771, cuando el pirata Henry Morgan saqueo, destruyó e incendio Panamá la Vieja. Cuenta la historia que la reacción de la Corona Española fue de indignación tardía y de acción inmediata, ordenando el traslado y fortificación de la ciudad a un lugar más seguro y conveniente, eligiéndose el poblar la ciudad en el “Sitio del Ancón” siguiendo la recomendación de Hermano Gonzalo de la Madre de Dios, portugués que vivía cerca del Cerro Ancón. De esta manera través de la Real Cédula del 31 de octubre de 1671 se nombra a Don Antonio Fernández de Córdoba como Gobernador y Capitán General de la Provincia de Tierra Firme, así en acto solemne celebrado el sábado 21 de enero de 1673 se funda la Ciudad de Panamá, delineada por los Ingenieros Juan de Betín y Bernardo Zeballos, en el sitio que hoy conocemos como el Casco Antiguo, lugar donde se llevaron a cabo importantes acontecimientos políticos y sociales, entre los cuales podemos mencionar la Independencia de España el 28 de noviembre de 1821 y nuestra Separación de Colombia el 3 de noviembre de 1903. Hoy después de trescientos cuarenta y cincos años de tan importante evento, debemos reconocer que desde esa parte de la urbe de Panamá que hoy conocemos como San Felipe, es la cuna de lo que hoy nuestra vida política, económica y social. El Casco Antiguo recoge sitios de gran valor para la nacionalidad panameña, sus edificios, iglesias y plazas recogen la historia de nuestra República, declarado Patrimonio de la Humanidad, su restauración no debe ser visto como un simple negocio sino como un legado para las próximas generaciones, para que puedan conocer nuestra historia, cultura y la idiosincrasia de nuestros ancestros. Así como los españoles tuvieron el reto de trasladar la ciudad luego de su destrucción en 1673, ante el escenario dantesco de pobreza y enfermedad en que vivían los pobladores de aquella época, hace ocho años señalaba que la Comuna Capitalina, tiene grandes retos, quizás más complejos, ante el crecimiento acelerado y la aparición de nuevas edificaciones. Indique en el 2007, que se requerían de más calles y puentes vehiculares para disminuir el tranque que sufren diariamente miles de panameños y panameñas, mejorar el servicio de transporte el cual esta desfasado y fuera de las realidades de nuestros ciudadanos y ciudadanas; la seguridad ante el incremento de la delincuencia; tenemos que preocuparnos por dotar de los implemento modernos y equipos al Cuerpo de Bomberos, el sistema de recolección de basuras es pésimo e ineficiente, reconociendo el trabajo loable y la poca atención que el actual Alcalde le brinda a aquellos humildes trabajadores que sin los equipos necesarios recogen los desechos. Tenemos que preocuparnos por mejorar el sistema de alcantarillados el cual puede colapsar ante el aumento de edificaciones y sobretodo el construir más lugares de esparcimiento deportivo y familiar para alejar a nuestros jóvenes de las drogas, bibliotecas y teatros para promover la educación y la cultura nacional. Es que el ser Alcalde de esta gran metrópoli, no es para andar haciendo giras de recolección de basura, ni regalando llaves de la ciudad, ni estar figurando para buscar aspiraciones presidenciales. El ser Alcalde de la Ciudad de Panamá, es pensar en que una gran parte de sus habitantes viven en pobreza y hasta en pobreza extrema, que la ciudad no cuenta con las ambulancias necesarias ni con un Cuerpo de Bomberos para hacer frente a las emergencias diarias y desastres naturales. La Alcaldía de Panamá necesita un líder que se comprometa a modernizar la urbe de acuerdo a las necesidades de los miles de panameños y panameñas que residimos y trabajamos en la ciudad. Los que aspiren al cargo de Alcalde lo deben hacer con vocación de servicio, sin paternalismo, identificados con la historia de nuestra ciudad, sus retos y desafíos de cara al V centenario de fundación. Hoy, decir ver la Alcaldía ha cambiado, se aprecia la revitalización urbana, el rescate de los Monumentos Nacionales como la Plaza 5 de Mayo, la Plaza Porras, la remodelación de parques como el Urraca, el Parque de Santa Ana, la creación de más espacios públicos, el sistema de video-vigilancia, dotación de equipos al Cuerpo de Bomberos de Panamá, en fin un sinnúmero de obras que darán a la Ciudad una nueva semblanza, pero más que eso lo importante es que tendremos una Ciudad amigable que da mejor calidad de vida a quienes vivimos en la Ciudad más antigua del pacifico americano.