La importancia del intercambio de propuestas políticas

En los últimos días hemos sido testigos de dos eventos políticos de gran trascendencia para el fortalecimiento de nuestra democracia, los dos primeros debates políticos dentro de un proceso de elección primaria en la historia electoral. Luego de la derrota de 2004, el Partido Panameñista ha demostrado que está renovado y que tiene una propuesta seria y transparente para las elecciones de 2009. Los dos debates han presentado a la ciudadanía, en general, y a los panameñistas, un panorama para conocer a fondo las ideas y propuestas de los tres precandidatos (Ameglio, Vallarino y Varela) quienes el 6 de julio se enfrentarán en la elección primaria en donde se escogerá al candidato del Partido Panameñista a la Presidencia del país, para próximas las elecciones generales. En los debates televisados, los panameñistas propusieron un nuevo sistema de transporte, eliminar el CAIR, aumentar el salario mínimo, el establecimiento de un décimo cuarto mes o un bono extra para los gastos escolares, transparencia y honestidad, empezando desde las campañas políticas, mejoras al sistema educativo, el sistema de salud y la seguridad, entre otros temas. También mencionaron la necesidad de establecer topes en los gastos de las campañas políticas, algo que se regula en países de la región como México y Ecuador. Este es el verdadero termómetro para medir la calidad de los candidatos. En mi concepto es a través de los debates, los discursos políticos y las propuestas en donde se define a quienes debemos elegir. El promover los debates es ir madurando políticamente en un país en donde nos dejamos llevar por lo que dicen las encuestas. Las encuestas son un método para medir la simpatía, la intención de votos, pero no es el mejor método para definir quién es el mejor. Si por encuestas fuera siempre ganarían los Yankees en el béisbol, el Real Madrid en el fútbol, etc. Esa es la realidad y en política no debe ser la excepción. El que dice que es favorito debe demostrarlo en el día a día, proponiendo, debatiendo. Los tres precandidatos del Partido Panameñista tienen la capacidad y la experiencia para ser presidente de la República, pero sólo uno ganará el 6 de julio. El proceso interno del partido debe continuar por el camino del respeto, la tolerancia, el debate y, sobre todo, en la búsqueda del bien común para nuestra sociedad, que cada día desconfía en una clase política desgastada por discursos llenos de promesas que nunca se cumplen. En ese camino, y en aras del fortalecimiento de nuestra democracia, se hace necesario ir estableciendo prácticas similares que dan resultados positivos en países que nos aventajan en procesos electorales como España y Estados Unidos, en donde los debates en la televisión y en las universidades son el pulso que determina quién es el mejor candidato, el más apto para ser el electo a través del sufragio. Tenemos que ir transformando nuestro sistema electoral, en ese caminar se hace necesario también ir pensando, para las elecciones de 2014, eliminar el sistema de elección de diputados como se hace actualmente –a través de los residuos y cocientes– para que resulten electos los que más votos obtengan. De igual manera debemos pensar en establecer la segunda vuelta electoral, para que el candidato presidencial sea electo con el 50% de los votos, y establecer un tope en los gastos de las campañas políticas. Así iremos fortaleciendo nuestra democracia y nuestra cultura política, por un mejor Panamá.