lunes, 26 de abril de 2021

LA REVOLUCION DE LOS CLAVELES

En el siglo XX, existieron en diversos países del mundo dictaduras militares liderizadas por fascistas o comunistas, hasta algunos como los de nuestra región con participación en actividades ilícitas vinculadas al narcotráfico. Bien lo expresó en algún momento el Dr. Carlos Iván Zúñiga “En el pasado político era frecuente el desconocimiento y la burla de la voluntad popular, y los resultados fraudulentos de las elecciones propiciaron el descontento nacional y algunas conjeturas golpistas”. El escritor español Ramón González Ferriz, recoge unas palabras de Alexander Dubcek, a quien se le denomina el creador del socialismo con rostro humano: “La Democracia no es solo el derecho y la posibilidad de pronunciar las propias ideas, sino también el modo en que se manejan las ideas de la gente, si tienen una verdadera sensación de corresponsabilidad, codecisión, si siente de veras que están participando en la toma de decisiones y la solución de los problemas importantes”. Este 25 de abril, el pueblo portugués conmemora, el cuadragésimo séptimo aniversario del fin de la dictadura, que duro cuarenta y ocho años, siendo una de las dictaduras más largas en el continente europeo. El movimiento que produjo este hecho histórico es reconocido como “la Revolución de los Claveles”. La Constitución de la República Portuguesa, resalta este acontecimiento, como un paso trascendental de la vida de Portugal así “El 25 de abril de 1974, el Movimiento de las Fuerzas Armadas derribó el régimen fascista, coronando la larga resistencia del pueblo portugués e interpretando sus sentimientos profundos. Liberada Portugal de la dictadura, la opresión y el colonialismo supuso un cambio revolucionario y el comienzo de una inflexión histórica de la sociedad portuguesa. La Revolución ha devuelto a los portugueses los derechos y libertades fundamentales”. La Dictadura en Portugal nace con el golpe de Estado de 26 de mayo de 1926, liderizado por los militares los cuales toman el control del poder público, ante el debilitamiento de la institucionalidad democrática, y la inestabilidad política que vivió la República Portuguesa, entre 1910 y 1926. Los portugueses pusieron fin la monarquía, con la Revolución Republicana del 5 de octubre de 1910, luego de una serie de acontecimientos entre los cuales podemos mencionar, la indignación del pueblo ante las imposiciones del imperio británico, el alto gasto de la monarquía; pero además la instauración de una dictadura de Joao Franco, propiciada por el propio Rey Carlos I, agudiza más la crisis política con la muerte de este el 1 de febrero de 1908, y la del príncipe heredero Luis Felipe, quedando vivo solamente el príncipe Manuel, quien terminará siendo el último rey de la monarquía portuguesa. Los elementos políticos que se dan en torno al surgimiento de la dictadura portuguesa, llamada Estado Novo, giraran principalmente en la figura dictatorial de Antonio Oliveira Salazar. Como señala uno de los primeros líderes de los cuatro principales partidos políticos de la democracia portuguesa, en 1974 y los años siguientes, Diogo Freitas Do Amaral, “la dictadura portuguesa no fue la única, ni la primera en el periodo entre las dos guerras mundiales, ni tampoco fue la última en desaparecer en la segunda mitad del siglo XX; así las cosas Antonio Oliveira Salazar, fue un personaje contemporáneo con otros dictadores europeos como Franco en España, Mussolini en Italia y Hitler en Alemania, Ataturk en Turquía, Horthy en Hungría, entre otras dictaduras. Salazar, entro al escenario político dentro del proceso instauración de la dictadura al ser designado como Ministro de Finanzas en 1928, en una cita de Do Amaral, indica que el político francés Maurice Duverger definía a Salazar “como un político conservador, honesto y triste”. Antonio de Oliveira era un economista que dictaba clases en la Universidad de Coímbra. En su discurso de aceptación del cargo, expreso: “acepto porque el gobierno consintió en asegurar las condiciones de un trabajo eficiente, para lo que los demás Ministerios se someterían sus indicaciones y designios. Se muy bien lo que quiero y adonde voy, pero no se me exija que llegue al fin en pocos meses. Que el país estudie, represente, reclame, discuta, pero que obedezca cuando desde arriba se le mande”; de esta manera inicia su carrera que le convertirá en el hombre fuerte de Portugal hasta septiembre de 1968. Al final los cambios que vivía Europa no los entendió Salazar, y muchas veces como se señalaba en un artículo publicado en el periódico el País de España: “Su arrogancia intelectual y orgullo le impidieron ver que estaba llevando a Portugal por un camino que cada vez le alejaba más del resto del mundo, sobre todo después del 45”, dice su biógrafo. La Guerra Fría le permitió alargar su régimen sin reformas, sin concesiones y con el imperio colonial; pero no encaró la transformación”. Pero otros elementos que condujeron al fin de la dictadura del Estado Novo, es que en las décadas del setenta Portugal, se encontraba casi aislado ante las grandes transformaciones y el desarrollo económico en gran parte de los países europeos; y además las guerras coloniales, que enfrentan para mantener su posición en el continente africano en Angola, Mozambique, Guinea Bisáu, generó conflictos sociales y económicos a lo interno del país, que además de las pérdidas de vidas humanas en las guerras, tenía a una gran parte de la población en pobreza y la otra le obligaba a emigrar buscando bienestar y libertad. El 24 de abril de 1974, dentro del ejercito portugués el movimiento “Los Capitanes de Abril” se preparaban, y a través de mensajes por medios de canciones musicales se alistaba para romper las cadenas de la dictadura, la primera canción titulada “E Depois do Adeus”, era la señal de que todos se prepararan la cual oyó a las 10:22pm, para luego ya el 25 de abril a las 12:25am, en la Radio Renascença (emisora de la Iglesia Católica) se transmite la canción “Grandola Vila Morena” de Zeca Afonso, cuya letra inicia así: Grandola, Vila Morena, Tierra de Fraternidad, el pueblo es quien más ordena; dentro de ti, oh ciudad, esto da la confirmación de que el golpe había comenzado. Freitas Do Amaral, en su obra donde narra la historia de Portugal, expresa de los casi treinta países europeos, diecisiete tuvieron una dictadura de derecha nacionalista, y solo ocho Estados mantuvieron sus democracias (Gran Bretaña, Irlanda, Suiza e los cincos países nórdicos). Cada 25 de abril, los portugueses, recuerda, con mucho fervor patriótico, la gesta de la Revolución de los Claveles, oyéndose en cada esquina la canción “Grandola Vila Morena”, recordando la importancia de vivir en Democracia y de forjar una Nación donde impere el respeto a la dignidad humana, el respeto por los derechos fundamentales y el Estado de Derecho. También se recuerdan a los grandes lideres democráticos que regresaron a su tierra tras la caída del régimen como el gran Mario Soares uno de los constructores de la democracia lusitana. Para los panameños, estos hechos históricos nos deben servir como estímulo para luchar por nuestra democracia, y como bien ha expresado el Dr. Carlos Guevara Mann, con el bicentenario que se aproxima nos da una oportunidad para impulsar los valores republicanos: derechos humanos para todas las personas, respeto a la ley, igualdad jurídica de los ciudadanos. Nos permite promover el fortalecimiento de las instituciones republicanas: separación de poderes, rendición de cuentas y un gobierno auténticamente representativo, escogido mediante elecciones libres, sin fraudes, clientelismo ni compra de votos. ¡Por qué el pueblo es quien más ordena! ¡Rindamos reconocimiento a la Revolución de los Claveles y al pueblo portugués por su constante lucha por la Libertad!